Se
acerca el verano y no tenemos que esperar a tener que ponernos en bikini o
bañador para empezar a tratar la celulitis. El primer paso para combatir a los
molestos hoyuelos que se depositan en nuestro cuerpo es saber porque, como y
donde aparece.
¿Qué es la
Celulitis?
La celulitis es
un término utilizado para describir la apariencia con hoyuelos de la piel
causada por acúmulos de grasa depositados justo debajo de la superficie de la
piel. Por lo general, aparece en el
abdomen, las extremidades inferiores, y la región pélvica, y suele
aparecer después de la pubertad.
¿Qué causa la
celulitis?
No hay una sola causa que condicione
la aparición de celulitis, sino que hay diferentes factores de predisposición
que pueden ayudar al desarrollo e instauración de la “piel de naranja”, tales
como cambios hormonales,
factores genéticos, metabólicos, psicológicos, la dieta y el
estilo de vida. La celulitis es un fenómeno que tanto puede
afectar a hombres como a mujeres, pero tiene una mayor prevalencia en mujeres.
De hecho, entre el 85% y el 98% de las mujeres después de la pubertad
presentan algún grado de celulitis.
¿Cómo se forma?
La celulitis se
desarrolla en diferentes etapas:
Fase 2: Los
adipocitos se agrupan y son enlazados en fibras de colágeno
Fase 3: Las
fibras de colágeno encapsulan a las células grasas dando lugar a los nódulos de
grasa. Se produce un aumento del grosor de la piel, pierde flexibilidad y se
aprecia a simple vista la “piel de naranja”.
¿Qué tipo de celulitis
presentas?
Hay diferentes
criterios para clasificar la celulitis: según la zona afectada, según la
severidad del caso, según el aspecto, etc. Ateniendo a su aspecto, se
clasifican en: blanda, compacta y edematosa. Es habitual que en un mismo
individuo se manifieste más de un tipo de celulitis.
Celulitis blanda
o flácida:
Se trata de un tejido esponjoso, móvil y de poca consistencia. El tejido
conjuntivo, que normalmente es flexible, se espesa y toma una consistencia
gelatinosa cada vez más densa. Se mueve al andar y este tipo de celulitis no
suele ser dolorosa. La piel aparenta a simple vista la típica piel de naranja.
Se localiza principalmente en la cara anterior y posterior de los muslos,
abdomen, espalda, brazos y glúteos. Suele aparecer en mujeres de 20-40 años. Es
característica de personas sedentarias o aquellas que alguna vez fueron activas
y ya no lo son o personas que han subido y bajado de peso bruscamente.
Celulitis
compacta o dura: Es de consistencia dura al tacto, firme, sin edemas, siendo fácil
observar los nódulos celulíticos (aspecto granuloso) sin necesidad de realizar
la prueba del pellizco. Puede llegar a ser dolorosa al tacto debido a la
presión que se ejerce sobre los nervios y vasos sanguíneos. Se presenta en
mujeres jóvenes generalmente deportistas, pero si no se trata permanece durante
toda la vida. Es muy frecuente y suele asociarse a piel seca y pies fríos. Se
localiza preferentemente en la cara externa de los muslos (típicas cartucheras)
y en la cara interna de las rodillas.
Celulitis
edematosa o acuosa: Tiene una consistencia viscosa o pastosa con nudosidades, es
dolorosa al tacto y a veces molesta espontáneamente. Es consecuencia de una
retención de líquidos y se aprecian signos de insuficiencia venosa y linfática
en los miembros inferiores (edemas, varices, calambres, pesadez, dolor, etc.).
Se presenta en mujeres de todas las edades, aunque es más frecuente en jóvenes
y adolescentes. La edad de aparición es los 20-30 años. Se localiza
principalmente en las extremidades inferiores (muslos y rodillas), pero la zona
más afectada es la parte inferior de las piernas. Es la celulitis menos
frecuente.
¿Qué grado de celulitis
presentas?
Podemos
clasificar la celulitis en cuatro estadios:
- Grado 0: Piel de aspecto normal, no aparición de piel de naranja al pinzamiento.
- Grado 1: La piel sigue teniendo un aspecto liso y uniforme, pero al pellizcarla o al contraer la musculatura, aparece la piel de naranja.
- Grado 2: Se percibe la piel de naranja al estar de pie
- Grado 3: Piel de naranja permanente, en cualquier posición, tanto al estar de pie como cuando nos acostamos.
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